Hace unos días la cadena de televisión KMBC9 de Kansas (EEUU) publicó en sus redes sociales unas fotografías con supuestos «fenómenos aéreos inexplicables» sobrevolando los cielos de la ciudad. Muchos reportaron los mismos avistamientos. ¿Qué eran? ¿Qué hacían allí? Muchos creyeron que eran globos climáticos, pero pronto la Estación Nacional de Clima lo desmintió.
Tras el revuelo, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa reveló que se trataba del proyecto DARP de alto secreto denominado programa «dubbed Adaptable Lighter Than Air» (ALTA), desarrollado para probar vehículos más ligeros de gran altitud y capaces de volar con pequeñas cargas a más de 22.000 metros.
Las teorías de la conspiración en torno al coronavirus no paran de sucederse, en una sociedad en la que la desinformación campa a sus anchas. Y algunas de estas teorías han provocado destrozos muy graves, como la quema de torres 5G por la creencia de que estas esparcen el coronavirus.
Y Twitter se está hartando de esto, como es lógico. La red social tomará medidas tal y como ha estado haciendo últimamente WhatsApp, y su último paso consiste en acabar con los tweets que participen «en actividades nocivas», mencionando directamente la teoría conspirativa de las torres 5G.
Los problemas en torno a esta teoría han llegado a tal punto que Twitter se ha visto obligada a actuar, y eliminará (al menos en teoría) todo tweet que intente alentar esta teoría conspirativa en su red social.
A Twitter se le agota la paciencia
«Hemos ampliado nuestra vigilancia sobre peticiones no verificadas que incitan a las personas a participar en actividades dañinas, que podrían conducir a la destrucción o daño de infraestructuras críticas del 5G, o que podrían provocar el pánico generalizado, disturbios sociales o trastornos a gran escala», reza el tweet que lanzó Twitter el martes.
Es un fenómeno extraño, que ya ha sucedido en el pasado y que traería duras consecuencias para la humanidad.Se llama “fase de encierro” y el Sol está pasando por ella, lo que influiría en heladas, terremotos y hambrunas.
Desde que el hombre decidió expandir su área de investigación y salió al espacio exterior, las teorías sobre la vida extraterrestre no han cesado. Miles de personas aseguran haber visto una objeto del cual nunca se tuvo identificación alguna. Pues el pasado 2 de abril se vivió un nuevo capítulo de esta interesante búsqueda. La diferencia es que las imágenes fueron captadas por la cámara de la Estación Espacial Internacional (IEE, por sus siglas en inglés).
Un cúmulo de luces, organizadas en una especie de tropas, sobrevolando la órbita de la Tierra, fueron captadas por el lente de las cámaras, en una transmisión de la IEE. Los expertos de inmediato calificaron lo presenciado como OVNIs (Objeto Volador No Identificado). Es decir, no saben qué son.
Si hay miles de millones de galaxias, estrellas y planetas, ¿cómo puede ser que no nos haya visitado ninguna civilización extraterrestre hasta el momento? ¿Estamos solos en el universo?
En el universo hay miles de millones de planetas y estrellas.El universo es un sitio grande, muy grande, y ahora somos conscientes de que, además de galaxias y estrellas, los planetas son muy comunes en él. Esto puede parecer algo muy obvio, pero hasta 1992 no tuvimos constancia observacional de la existencia de planetas orbitando estrellas distintas de nuestro Sol.
Así que hoy día tenemos constancia de que en la parte del universo que podemos ver, el universo observable, hay unas cien mil millones de galaxias. En cada una de esas galaxias estimamos que han de haber unas cien mil millones de estrellas. Y ahora sabemos que hay aproximadamente un planeta por cada estrella.
Conociendo todos estos datos no es extraño que el ser humano se cuestione: ¿Estamos solos en el universo? No es para nada un planteamiento original, pues la humanidad se lo ha preguntado desde que tuvo la constancia de su lugar en el universo. Pero, sin duda alguna, el que la formuló de una forma más contundente fue Enrico Fermi.
Los problemas de Fermi
Fermi fue un físico italiano que hizo grandes aportaciones a diversos campos de la física, desde la estructura nuclear hasta el comportamiento estadístico de muchas partículas cuánticas. Fue un experimentador nato, un teórico de primera clase, un profesor apreciado y una apasionado por la física en general. Pero Enrico Fermi también es conocido por su capacidad de hacer estimaciones basándose en simples hipótesis de partida. Estos son los conocidos como “problemas de Fermi” entre los que destacan cuántos pelos tenemos en promedio en la cabeza o cuántos afinadores de pianos hay en tu ciudad.
Un ejemplo de este tipo de estimaciones es su curiosa deducción de la potencia de la detonación de la primera prueba de una bomba atómica. Fermi estuvo presente en la prueba y cuentan que cuando pasó la onda expansiva dejó caer unos cuantos papelitos. Observando la distancia que esos papelitos habían recorrido y la sensación que él mismo tuvo al pasar la onda expansiva, valoró la potencia de la bomba y ¡voilá! Su valor estuvo en el mismo orden de magnitud que el valor real calculado por otros científicos.